Cualquier actividad de mantenimiento, como una inspección, una revisión o una sustitución, que se realice como parte de un plan programado, y no como respuesta a una avería, puede considerarse mantenimiento preventivo.
¿Y cuál es el objetivo del mantenimiento preventivo? Al identificar los componentes o las piezas que se desgastan y repararlos o sustituirlos antes de que fallen, un programa eficaz de mantenimiento preventivo puede ayudar a limitar el tiempo de inactividad de la producción y a prolongar la vida útil de los equipos y las instalaciones.
En pocas palabras, un plan de mantenimiento preventivo sólido es la clave para mantener tu equipo en condiciones seguras y operables. Utiliza esta guía que hemos elaborado para el mantenimiento preventivo como tu mejor herramienta para entender e implementar un programa de éxito.
En esta guía, aprenderás cómo el mantenimiento preventivo puede ahorrar dinero, disminuir el tiempo de inactividad y mejorar la seguridad de las empresas de todos los tamaños y tipos.
Índice de Contenidos
- 1 ¿Qué es el Mantenimiento Preventivo?
- 2 Tipos de mantenimiento preventivo
- 3 Cómo se debe hacer el mantenimiento preventivo
- 4 Cómo elaborar un plan de mantenimiento preventivo que funcione
- 4.1 Paso 1: Decidir qué activos van primero en el programa de mantenimiento preventivo
- 4.2 Paso 2: Reunir toda la información necesaria
- 4.3 Paso 3: Crear el plan de mantenimiento preventivo inicial
- 4.4 Paso 4: Seguimiento y ajuste
- 4.5 Paso 5: Amplía tu programa de mantenimiento preventivo a todos los activos
- 5 Beneficios del mantenimiento preventivo
- 6 5 Tips para aplicar el mantenimiento preventivo en tu empresa.
- 7 Conclusión
¿Qué es el Mantenimiento Preventivo?
El mantenimiento preventivo es un enfoque sistemático de las operaciones de las instalaciones, la maquinaria y los equipos de tu empresa que pretende predecir y evitar fallos graves antes de que se produzcan.
En definitiva, es un proceso planificado que requiere una programación proactiva y una documentación detallada de los informes anteriores.
Para lograr este objetivo, los técnicos de mantenimiento llevan a cabo inspecciones, mantenimiento y reparaciones rutinarias de los activos para garantizar que funcionen como el fabricante pretendía.
Los equipos funcionales permiten al personal de mantenimiento centrarse menos en el mantenimiento reactivo y más en las próximas tareas de mantenimiento o en las órdenes de trabajo urgentes.
Como regla general, es mejor prevenir los problemas que reaccionar ante ellos. El mantenimiento preventivo reduce la probabilidad de que se produzcan problemas inesperados, ya que fomenta el rendimiento óptimo de los equipos.
Piensa en el mantenimiento preventivo como algo similar a las acciones preventivas. Si las acciones preventivas eliminan las posibles no conformidades mediante una intervención a tiempo, el mantenimiento preventivo aplica ese mismo concepto a la prevención de los problemas de rendimiento de los activos.
En resumen, el mantenimiento preventivo es un tipo de acción preventiva.
La lista siguiente presenta algunas formas en que las instalaciones y equipos pueden estar al día con el mantenimiento preventivo en tus diferentes departamentos:
- Programar y realizar inspecciones periódicas de los equipos
- Realizar una limpieza periódica de las instalaciones, el terreno y los activos
- Lubricar las piezas móviles para reducir el desgaste
- Ajustar los controles para obtener un rendimiento óptimo y eficiencia energética
- Reparar y sustituir cualquier pieza defectuosa del equipo
Tipos de mantenimiento preventivo
Las tareas de mantenimiento preventivo se realizan para anticipar y prevenir las averías de los equipos. Estas tareas preventivas deben realizarse en todas las piezas y componentes con patrones de fallo relacionados con el tiempo.
Es importante reconocer que ningún tipo de mantenimiento preventivo es mejor que otro. Sigue las recomendaciones del manual y del fabricante a la hora de determinar el tipo de mantenimiento que necesita tu equipo. Dicho esto, el mantenimiento preventivo se divide en cuatro categorías principales.
El mantenimiento preventivo no es un término general. He aquí algunos de los diferentes tipos más comunes:
Mantenimiento basado en el tiempo
Puede ser útil crear un programa de mantenimiento mensual o anual que cumpla con las recomendaciones del fabricante para inspeccionar y limpiar los equipos y así mantener el control.
Incluso fuera de estas recomendaciones, debes tener en cuenta que los equipos más esenciales para tu empresa deben ser revisados con regularidad para garantizar el mejor funcionamiento posible.
Algunos ejemplos de mantenimiento basado en el tiempo podrían ser la revisión del aire acondicionado a uno o dos meses del verano, la reposición de sal para los sistemas de agua blanda y la limpieza de los conductos de ventilación para cumplir con las normas sanitarias al menos dos veces al año.
A la hora de crear un plan de mantenimiento preventivo basado en el tiempo, o de decidir qué añadir al mismo, ten en cuenta los principales servicios, equipos, herramientas y tecnología de los que depende tu empresa para tener éxito.
Estos elementos deben revisarse con regularidad para garantizar que la empresa no tiene perdidas económicas en este sentido. Lo último que querrás hacer es cerrar durante varios días debido a un problema que podría haberse evitado con un poco de planificación.
Para apoyar el mantenimiento basado en el tiempo, también es una buena idea guardar notas detalladas sobre las averías y los problemas anteriores de las herramientas y los equipos, para tener una mejor idea de qué sistemas y equipos podrían necesitar un poco de cuidado adicional.
Mantenimiento basado en el uso
Si su empresa utiliza cierta maquinaria o equipos todos los días, es una buena idea hacer un seguimiento del uso (es decir, monitores de equipos, horas de funcionamiento, ciclos de producción), especialmente si el equipo no produce automáticamente tickets o notificaciones cuando se ha alcanzado un determinado número de horas de funcionamiento. Esto se conoce como mantenimiento basado en el uso.
Tanto si se trata de un cambio de aceite de un vehículo como de una pieza de maquinaria esencial que ha alcanzado un número X de horas, estar al tanto del cuidado y mantenimiento adecuados garantizará un uso duradero de los equipos importantes.
Mantenimiento predictivo
El mantenimiento predictivo se basa en sensores para captar información sobre los equipos (por ejemplo, sensores de temperatura o sensores de vibración), y generalmente es específico de la tecnología que puede activar órdenes de trabajo si una máquina o aparato necesita una inspección o actualización.
En resumidas cuentas, el mantenimiento predictivo consiste en supervisar el estado de la maquinaria esencial para hacer un seguimiento del rendimiento y detectar posibles defectos que podrían provocar un fallo del sistema.
Este tipo de mantenimiento preventivo puede ser especialmente relevante para la industria manufacturera, las plantas de producción de alimentos y la industria energética, donde la información obtenida del mantenimiento predictivo permitirá a los responsables de mantenimiento predecir cuándo pueden producirse paradas del sistema basándose en patrones anteriores, y programar las tareas de mantenimiento para reducir las caídas de los equipos operativos críticos.
Mantenimiento prescriptivo
De forma similar a los patrones que analiza el mantenimiento predictivo, el mantenimiento prescriptivo utiliza la analítica avanzada, el machine learning y la inteligencia artificial para generar predicciones sobre el mantenimiento, y también para actuar sobre ellas.
¿Qué significa esto? Básicamente, el mantenimiento prescriptivo hace recomendaciones para mejorar las operaciones del sistema, y también hace un seguimiento por su cuenta para producir una orden de trabajo y supervisar todo el proceso.
Cómo se debe hacer el mantenimiento preventivo
Un plan de mantenimiento preventivo debe adaptarse a las instalaciones y equipos de tu empresa, pero hay muchos elementos fundamentales comunes a todos ellos. La forma más sencilla de llevar a cabo estos pasos suele ser en forma de lista de comprobación (checklist).
A continuación hemos elaborado una plantilla de muestra para que puedas empezar a crear tu propia lista de control de mantenimiento preventivo.
Checklist 1: Inspección
Este es el paso fundamental de todo mantenimiento. Inspecciona y evalúa el estado actual de las máquinas, equipos y herramientas. Busca signos de desgaste o daños e identifica las causas y los servicios de reparación. La calidad de tu inspección determinará el éxito de tu mantenimiento preventivo.
Checklist 2: Mantenimiento
El mantenimiento incluye la limpieza, la lubricación, la carga y otras acciones para prevenir el desgaste prematuro y los fallos.
Checklist 3: Calibración
Compara el valor de las características de un activo con el estándar esperado establecido por el fabricante o por expertos. Asegúrate de que el valor mostrado se mantiene dentro del rango o estándar recomendado.
Checklist 4: Pruebas
Probar las máquinas, los equipos y las herramientas para asegurarse de que son utilizables.
Checklist 5: Alineación
Alinear los elementos variables especificados de un activo con los objetivos de producción para lograr un rendimiento óptimo.
Checklist 6: Ajuste
Si es necesario, realiza ajustes en los elementos variables especificados de un activo para que se adapte mejor a las necesidades de tus instalaciones y de tu planta de producción.
Cómo elaborar un plan de mantenimiento preventivo que funcione
Un plan de mantenimiento preventivo eficaz requiere hacer un inventario, planificar cuidadosamente, analizar y establecer una rutina de mantenimiento que sea fácil de entender y facilitar. He aquí algunos pasos clave que debes tener en cuenta al crear tu plan de mantenimiento preventivo:
Paso 1: Decidir qué activos van primero en el programa de mantenimiento preventivo
Si es la primera vez que haces un plan de mantenimiento preventivo, te sugerimos que empieces por programar el mantenimiento preventivo de tus activos más críticos.
Será más fácil convencer a los superiores y ver resultados rápidos si empiezas con uno o dos activos para demostrar su valor.
Además, esto os dará un poco de espacio para el ajuste y para hacer la transición a una mentalidad y un flujo de trabajo de mantenimiento proactivo.
Cuando intentes determinar qué activos seleccionar para tu plan de mantenimiento preventivo, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Qué máquinas son las más importantes para el éxito de la producción/organización?
- ¿Se requiere un mantenimiento regular para este equipo?
- ¿Son los costes de reparación y sustitución elevados?
Te conviene seleccionar las máquinas que requieren un mantenimiento regular y que tienen unos costes de sustitución/reparación más elevados, ya que así tu empresa obtendrá los mayores beneficios.
También es conveniente evitar los activos que están llegando al final de su vida útil, así que no elijas equipos que deban ser sustituidos pronto.
Paso 2: Reunir toda la información necesaria
Una vez que hayas seleccionado las máquinas con las que vas a trabajar, elabora un plan de mantenimiento preventivo que ponga de manifiesto la rentabilidad de la inversión. Para ello, tendrás que calcular la cantidad de dinero que ahorrarías anualmente por cada activo.
Ahora que has decidido qué activos quieres incluir en tu plan de mantenimiento preventivo, necesitas una lista de las tareas de mantenimiento específicas que se realizarán en ellos, así como la frecuencia de dichas tareas.
A continuación te ofrecemos una lista de muestra que puedes utilizar para reunir la información necesaria:
- 1) Consulta las recomendaciones del fabricante de equipos originales
Los fabricantes de equipos disponen de una gran cantidad de datos estadísticos procedentes de pruebas internas y pruebas de campo realizadas por los clientes. Los manuales que facilitan suelen contener los programas de mantenimiento necesarios, el uso de piezas de repuesto críticas y las instrucciones de trabajo de mantenimiento básicas.
- 2) Utiliza los datos de su historial de mantenimiento
Incluso si no estás utilizando un GMAO (sistema informático de gestión del mantenimiento) en este momento, es de esperar que tengas algún tipo de registro de mantenimiento disponible. Mira qué tipo de fallos ha experimentado en el pasado el activo que has incluido en tu plan de mantenimiento preventivo (y con qué frecuencia).
A partir de ahí, puedes extraer de forma aproximada qué tipo de trabajo preventivo puedes programar (y con qué frecuencia) para evitar algunos de esos modos de fallo en el futuro.
- 3) Habla con tus técnicos de mantenimiento y operadores de máquinas
Como jefe de mantenimiento, algunas ideas sólo se pueden obtener hablando con las personas que giran la llave inglesa y que están en contacto con las máquinas a diario. La mayoría de las veces, ellos tendrán información que no puedes encontrar en los registros e informes de mantenimiento.
Por ejemplo, puedes descubrir que uno de tus técnicos tuvo que improvisar una solución tras una avería reciente porque no tenía todas las piezas de repuesto necesarias a mano. Aunque pudo poner la máquina en marcha, algunos componentes están sufriendo un desgaste adicional.
Por ello, debes programar inspecciones periódicas de esos componentes hasta que lleguen esos repuestos y se resuelva el problema.
Paso 3: Crear el plan de mantenimiento preventivo inicial
Si todo ha ido según lo previsto, ahora tienes la lista de todas las tareas de mantenimiento preventivo necesarias y una idea general de la frecuencia con la que debes realizar cada una de esas tareas en un activo concreto.
Lo único que queda es introducir los datos en tu herramienta de planificación del mantenimiento (a ser posible, un GMAO), asignar las tareas a las personas adecuadas y añadir una prioridad y una fecha de vencimiento para garantizar que todo el equipo esté de acuerdo.
Paso 4: Seguimiento y ajuste
Una de las dificultades que hay que evitar a la hora de implementar el mantenimiento preventivo es programar demasiado trabajo preventivo y prestar demasiada atención a activos que no lo necesitan.
La buena noticia es que este reto se resuelve fácilmente, especialmente si utilizas un GMAO de última generación. Sólo tienes que:
- Entrar en tu GMAO
- Abrir tarjetas de activos para los activos que están en tu plan de mantenimiento preventivos
- Abrir el informe de activos
En lo que debes concentrarte es en la cantidad de trabajo preventivo que se ha realizado en un activo y en el número de fallos (si los hay) que ha experimentado desde que lo has incluido en un plan de mantenimiento preventivo.
El resto es bastante sencillo.
¿El activo no ha experimentado ni una sola avería? Quizá pueda seguir funcionando sin fallos con menos trabajo preventivo.
¿El activo experimenta fallos regulares a pesar de las revisiones periódicas y otras medidas preventivas?
Es posible programar aún más trabajo preventivo en él después de averiguar cuáles fueron esas averías y qué las causó.
No lo sabrás con seguridad hasta que lo compruebes.
Por último, debes ser consciente de que tu programa inicial de mantenimiento preventivo nunca será perfecto, y eso no tiene ningún problema.
En resumen, mientras estés preparado para ajustar tu plan de mantenimiento preventivo según los registros de mantenimiento y la información que recibas de tus técnicos, no tienes nada de qué preocuparte.
Paso 5: Amplía tu programa de mantenimiento preventivo a todos los activos
El objetivo de tu plan de mantenimiento preventivo inicial era:
Demostrar que el mantenimiento preventivo puede proporcionar un importante retorno de la inversión. Darse un período de transición para acostumbrarse a los cambios en el flujo de trabajo y cambiar a una mentalidad proactiva
Si pudiste hacer estas dos cosas, significa que podrás obtener luz verde de tus superiores para seguir trabajando en tu estrategia de mantenimiento preventivo.
Si ese es el caso, entonces es el momento de repetir estos pasos y ampliar tu programa de mantenimiento preventivo al resto de los activos que se beneficiarán de él.
Beneficios del mantenimiento preventivo
Muchos equipos de gestión del mantenimiento optan por trabajar con un estilo de gestión de «si no está roto, no lo arregles», pero confiar únicamente en el mantenimiento correctivo hace que tu instalación y maquinaria sea vulnerable a los costes añadidos y a la pérdida de productividad.
Realizar un mantenimiento preventivo rutinario garantiza el funcionamiento eficiente de tu empresa y te ofrece tranquilidad.
Hay varias razones y beneficios para llevar a cabo el mantenimiento preventivo:
- Reducción del tiempo de inactividad de los equipos y de las averías
- Menores costes de reparación y menos reparaciones a gran escala
- Aumento de la vida útil de los activos
- Incremento en la fluidez de las operaciones cotidianas
- Mejora de la fiabilidad de los equipos
- Decrecimiento del riesgo de lesiones
- Rebaja de los costes globales de mano de obra y electricidad debido al aumento de la eficiencia de los equipos
- Disminución de los desechos causados por equipos defectuosos
Aunque el mantenimiento preventivo puede ser una carga pesada desde el punto de vista administrativo, los beneficios a largo plazo compensan el tiempo dedicado a organizar y realizar el mantenimiento rutinario.
Para completar esta guía para el mantenimiento preventivo te vamos a dejar una serie de consejos que te pueden servir de ayuda a la hora de implantar estrategias de mantenimiento preventivo en tu empresa.
5 Tips para aplicar el mantenimiento preventivo en tu empresa.
Crea un plan de mantenimiento preventivo
Lo primero que hay que hacer para llevar a cabo el mantenimiento preventivo pertinente es tener un Plan. Para elaborar este plan, debes tener en cuenta los recursos (humanos y presupuestarios) de que dispones y todos los equipos, instalaciones y maquinaria fundamental de la empresa.
Hacer una matriz de criticidad te ayudará a identificar los activos más críticos. Es importante conocer la frecuencia con la que deben revisarse, engrasarse, ajustarse y limpiarse las distintas partes de tus activos (semanal, mensual, trimestral, semestral o anualmente).
Es importante saber que con un buen plan de mantenimiento preventivo, sólo gastarás el 10% del tiempo de mantenimiento en acciones reactivas. En otras palabras, si haces un plan realista y te ciñes a él, ahorrarás tiempo a largo plazo.
Utiliza listas de control
Para garantizar un mantenimiento adecuado de todas las piezas, conjuntos y subconjuntos de las máquinas, puede ser útil disponer de una lista de comprobación, que te proporcionará una visión general.
Te servirá de guía de mantenimiento y también podrás anotar cualquier observación para poder tomar medidas inmediatas o tenerlas en cuenta en la próxima inspección.
Optimiza tus existencias
Para que el mantenimiento preventivo, y las reparaciones reactivas, sean lo más eficaces posible, asegúrate de tener en stock las piezas que más se cambian.
También hay que asegurarse de que se dispone de las piezas de repuesto necesarias antes de realizar las tareas de mantenimiento, sobre todo si se recurre a un técnico externo. Esto te ahorrará dinero al evitarle trabajo adicional.
Con un stock de las piezas fundamentales se reduce el tiempo de inactividad de unas horas a minutos.
Forma a tus técnicos para mejorar tu mantenimiento preventivo
Tus técnicos son una inversión y un activo, pero necesitarán formación para poder prestar servicios de mantenimiento eficaces y eficientes.
Para que tu programa de mantenimiento preventivo tenga éxito, los técnicos deben comprender primero la importancia de realizarlo.
La formación continua merece la pena, así como asegurarse de que cubre los nuevos programas, las herramientas del taller, la nueva tecnología, la instrumentación y otros activos de la empresa.
El rendimiento del plan de mantenimiento depende de quién lo ejecute. Los técnicos deben realizar un mantenimiento proactivo de cada activo para reducir las averías y las reparaciones, sin reducir nunca la vigilancia.
Ser proactivo
Si ya tienes un plan de mantenimiento preventivo, sabes los días y las semanas que dedicarás a cada área/máquina de tu planta. Por lo tanto, también puedes planificar los recursos humanos y materiales que necesitarás.
No esperes hasta el último momento para decidir qué operario asignar a una tarea: si planificas con antelación, tus recursos estarán mejor asignados.
Conclusión
Los gestores del mantenimiento que llevan a cabo un programa basado en el mantenimiento correctivo pueden considerar el mantenimiento preventivo como un coste general que, al principio, es difícil de justificar.
Pero basta un accidente grave o un periodo significativo de inactividad para demostrar lo importante que es emprender un programa de estrategias de mantenimiento preventivo.
El mantenimiento preventivo es el mantenimiento rutinario, sistemático y planificado de los activos y las instalaciones que se realiza para reducir los fallos de los equipos, reducir los costes y maximizar la eficiencia a lo largo del tiempo, y un mantenimiento preventivo eficaz es clave para la gestión de activos e instalaciones.
Esperamos haber respondido a la mayoría de tus preguntas y haberte dejado algunas de las herramientas que necesitas para poner en marcha un plan de mantenimiento preventivo que te ayude a prolongar la vida útil de los equipos de tus instalaciones y de la planta de producción, a reducir los costes de explotación y a mejorar significativamente tus operaciones de mantenimiento en general.
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